A través de la historia de la humanidad, muchas veces el ser
humano se ha quedado estancado al tratar de resolver un problema ya sea mundial
o simplemente un problema cotidiano de la vida de cualquier persona.
Actualmente, la facilidad y comodidad que tiene la gente de resolver cualquier
conflicto es gracias a la tecnología que tenemos hoy en día. Sin embargo, hace
unos pocos años no existía esta tecnología y las personas utilizaban mayormente
su mente para resolver sus problemas, por lo cual su cerebro estaba “mejor
entrenado” y podía pensar mejor. En cambio, el uso de tecnologías ha ido
atrofiando nuestro cerebro hasta llegar al punto en el que mucha gente solo
depende de buscar una solución en Internet. Por este motivo, muchos científicos
se han preguntado “¿Qué ideas nos ayudarían a pensar mejor?”.
Muchas
de estas personas han llegado a la misma conclusión, pero desde diferentes puntos de
vista. Según R.Schank, la mejor idea para poder pensar mejor es experimentar. Experimentar
nuevas cosas, ya sean buenas o malas, así el cerebro está en constante
aprendizaje sobre nuevos elementos de la vida y, a la hora de pensar, se tienen
en cuenta estos diferentes tipos de cosas.
Añadiendo
a esto último, como bien dice K.Kelly, uno de los síntomas de experimentar es el fracaso. A lo largo de
la vida cualquier ser humano fracasa, pero en la sociedad esto está visto de
mala manera y no debería ser así. Para aprender se necesita fracasar y esto también está
relacionado con pensar mejor, ya que al replantearse lo que hicimos mal ayuda a
no cometer el mismo error dos veces.
Por otro lado, M.Ridley dice que trabajar
en equipo es una de las mejores elecciones que puede haber cuando no se sabe cómo
avanzar en alguna situación. Pensar de a muchos ayuda a tener más ideas al
momento de pensar sobre algo. A esto le añadimos que una idea o invento surge desde diferentes puntos de vista, en diferentes épocas y en diferentes lugares. A esto se lo llama
“efecto caleidoscopio”, denominado por C.Pickover, y fue presente en grandes inventos de la humanidad. En
otras palabras, no es uno solo quien inventa sino que hay muchos que descubren.
Por ejemplo, Isaac Newton y Gottfried Wilhelm Leibniz inventaron el cálculo
matemático casi al mismo tiempo cada uno por su lado.
Por
último, un estudio ha demostrado que los taxistas tienen más memoria que otras
personas ya que al memorizar tantas calles están en constante entrenamiento con
el cerebro. Por eso, D.Tapscott recomienda que para mejorar nuestra capacidad cognitiva
hay que realizar uno o dos ejercicios nemotécnicos por día.
Concluyendo todos los aspectos mencionados anteriormente, para pensar mejor hay que combinar todas estas ideas; de este modo, a lo largo del tiempo, se verán cambios en nuestra
forma de pensar. Además, si todas las personas utilizáramos al menos una de
estas ideas, nuestra vida sería más fácil al momento de pensar y buscar una
solución y no nos estresaríamos por algo que no nos sale.
Todavía falta la teoría de Barondes, pero está mejor.
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