Medea: El rol de la mujer

   Medea es una tragedia griega que se origino a partir de la mitología griega. Como cualquier otra tragedia de la antigua Grecia, en un principio siempre hay armonía y paz en el territorio donde transcurre la historia, pero siempre ocurre un hecho que corrompe estos dos aspectos y debe ser restaurado. Estos hechos ocurren como producto del error humano y están fuertemente vinculados con un destino cruel e injusto. Por lo tanto, para volver a restaurar el equilibrio, se producen cambios en la vida cotidiana de los protagonistas, quienes al finalizar su deber, serán castigados por haber desafiado al destino con la muerte de un inocente, hecho que restauraría el equilibrio.

   En este ensayo, el objetivo es analizar estos cambios que ocurren cuando se produce el desequilibrio en la tragedia que está conectado con la inversión de los roles de género.

   En la antigua Grecia, el rol de la mujer era manipulado por el hombre. Es decir, la mujer debía respetar las decisiones de su marido, mostrarse pasiva ante la figura masculina y nunca rebelarse.

   Medea transgrede estos aspectos y la sociedad la ve como una bruja extranjera, rebelde y desagradecida.

   Medea se rebela contra su ex esposo por haberla abandonado (factor que desencadena el desequilibrio), deseándole la muerte:

        

        "¡Ay, Ay!¡Sufro, misera, sufro, tormentos sin fin!¡Malditas murais, pues nacisteis de mi, una madre funesta, y parezca también vuestro padre y la casa con el!"

   Otra de las revelaciones es cuando amenaza a Jasón con arruinar su boda:

       "Vete, que mucho tiempo fuera de casa llevas y la nostalgia sientes de la recién casada. De novio haciendo sigue; quizá tu boda va a ser tal que de ella de arrepientas"

   Además, uno de los roles de las mujeres era el de ser madre, pero Medea idea un plan para matar a sus hijos, por lo que contradice la visión de la maternidad como algo instintivo y esencial al ser femenino:

        "Amigas, decidido tengo el matar al punto a mis hijos y luego marcharme de esta tierra sin demoras que puedan  ponerles en las manos asesinas de aquellos que me odian. Es forzoso que sin remedio mueran; y puesto que es preciso, yo seré quien les mate, la que vida les di"

   Por otra parte, Jasón es un héroe pasivo ya que en la misión para conseguir el vellocino de oro, lo logró gracias a Medea, y todo el crédito se lo llevo él:

        "[...] Te salve, como salven cuantos helenos contigo en la nave de Argo se embarcaron [...] y a aquel dragón insomne de innumeras volutas [...] muerte le di alumbrándole con milla salvadora." 

   En conclusión, como cualquier tragedia griega, el hecho que desencadeno el desequilibrio fue que Jasón traiciono a Medea y, para volver a restaurar el equilibrio, ella debía cumplir el rol del hombre. Ademas, como bien se aprecia en la historia, Jasón debería ser el héroe griego tradicional, pero termina siendo un fraude, ya que deja a su familia y se forma otra con la princesa. Dentro de todo, se podría decir  que Medea hizo lo que hizo ya que Jasón no mide las consecuencias de sus actos.