martes, 20 de mayo de 2014

Cuento realista: Katherine - Practicas del Lenguaje

Katherine

Se aproxima una gran tormenta:
-¡Mamá!- dije.
-¿Qué pasa hija?-me responde.
-Tengo miedo- le digo asustada
-No pasa nada, es una tormenta y nada más.
-Pero… ¿Y si arrasa con todo y se nos vuelan las cosas?
-Eso no va a pasar- me consuela.
            Se aproximaba una gran tormenta y no había lugar donde asegurarse. Vivíamos en carpas, llenas de suciedad y ratas. No teníamos las necesidades básicas para vivir.
-¡Mami tengo miedo!- grito.
-¡No pasa nada hija!- me grita.
             De repente una ráfaga de viento frío y con potencia nos tira al piso. Habíamos quedado inconscientes. Cuando me levante me di cuenta de que ya no había nada. Habíamos perdido todo lo que teníamos.
-¿Mama…?- pregunto asustada - ¿Me respondes?-.
Me largue a llorar. Mi madre había muerto. Luego de un rato escucho una voz. Era mi madre que había quedado inconsciente por la terrible tormenta.
-Mami…- digo llorando y le voy a dar un fuerte abrazo.
-¿Qué paso?- pregunta
-Mira- le digo angustiada - Se nos fue todo-
Me mira con cara de preocupada y me dice:
-A empezar todo devuelta-
-Si- le digo cansada.
            Luego de varios días, nos visita una señora alta y despeinada. Se nos acerca y nos pide sacarnos una foto.
-Buenas tardes- nos saluda -¿Les puedo tomar una foto? Es para un documental que estamos haciendo mi marido y yo.
-Claro…- responde mi madre confundida
-Gracias-
            Nosotros no sabíamos que esa foto nos iba a cambiar completamente la vida:
-Los noto medio incómodos viviendo acá- nos dice - ¿Quieren irse a vivir a un lugar mejor?
-¡Por supuesto!- agrega mi madre con la mayor felicidad del mundo.
-Entonces los llevo mañana a las 8- dice la señora - ¿Esta bien?
-¡Perfecto!-
- Bueno, hasta mañana-
-¡Gracias!- grita mi mamá.
            Al otro día:
-Buenas ¿Me recuerda?- dice la señora.
-¡Como no la voy a recordar!-dijo mi madre- La señora que nos vino a salvar la vida.
            La señora ríe y mi madre hace lo mismo. Yo también estaba feliz pero irme a vivir a una casa de madera con techo y piso no era lo que me alegraba. Lo que me alegraba era la felicidad de mi madre, nunca la había visto tan feliz en mi vida. 

1 comentario:

  1. Mucho mejor, Lucas. Aunque hay algunos problemitas con los tiempos verbales, tu texto está mucho mejor que el primero. Muy bien.

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